
Los bloqueos surgen de no estar en el presente,
porque el presente no se bloquea nunca, siempre fluye. Estar en el pasado o en el futuro interrumpe este fluir. El presente es experimentar lo que es y lo que sucede momento a momento, y es esta experiencia de estar aquí y ahora la que nos hace sentirnos vivos. Cuando estamos en el presente, lo sentimos como algo sencillo. Sin embargo, cuando estamos distraídos con lo que fue o lo que será puede resultar complicado traer nuestra atención de vuelta a lo que está sucediendo. Cuanto más practicamos estar presentes, con más facilidad podemos dejar la pseudovida de imagenes que proyecta nuestra mente y poner los pies en la vida real, participando de esta experiencia única e irrepetible. La terapia Gestalt se centra en el presente porque, independientemente de cuales sean los desafíos a los que nos enfrentemos, la posibilidad de hacer algo al respecto existe solo en el presente. Solo ahí puede surgir la respuesta adecuada a la situación desde quienes somos en ese momento.