Dentro de la práctica artística, las devoluciones (en inglés, feedback, retroalimentación) son una herramienta importante. Hacer una devolución no es lo mismo que compartir la propia opinión o decir lo que uno echó de menos. Una devolución, literalmente, consiste en devolver lo que hemos recibido, como un espejo. Es decir lo que hemos percibido, de qué nos hemos dado cuenta. En una conversación el equivalente sería la escucha activa. Después de escuchar a alguien repetimos con nuestras propias palabras la esencia de lo que el otro ha dicho. Si no es correcto, nos lo pueden aclarar. Una vez que esté claro, la conversación puede continuar. De ésta manera la conversación es un proceso de construcción de conocimiento común y de conocerse el uno al otro. Cada paso se confirma y por lo tanto es estable para seguir construyendo sobre él. Es sorprendente descubrir los distintos significados que distintas personas pueden dar a las mismas palabras.
