El eje de rotación es el centro de un movimiento rotativo y el punto que permanece quieto. Cuando un*a bailarín*a quiere girar, el eje de rotación es la clave. El centro del cuerpo necesita mantenerse estable para que la fuerza aplicada cree un giro. Además, un eje que se tambalee hara que el*la bailarín*a pierdan el equilibrio. Cuando, metafóricamente hablando, el movimiento amenaza con hacernos perder el equilibrio, un eje estable es un buen lugar para encontrar quietud. La clave consiste en cultivar su fuerza y estabilidad y aprender a llegar hasta él. Nuestro eje físico se extiende desde la coronilla al suelo pélvico, por delante de la columna vertebral – ¡quizás sea ese un buen lugar para empezar!
